Soy Victoria Donda
Nací en 1977 en la ESMA, ex Escuela de Mecánica de la Armada. Lo supe muchos años después. Empecé a conocer mi verdadera identidad cuando el 25 de julio de 2003 fui contactada por Abuelas de Plaza de Mayo y por H.I.J.O.S. Ellos me comunicaron la posibilidad de que fuera hija de desaparecidos. Luego de realizarme los análisis genéticos correspondientes, confirmé que mis padres verdaderos eran José Donda e Hilda Pérez, quienes continúan desaparecidos.
Nací en 1977 en la ESMA, ex Escuela de Mecánica de la Armada. Lo supe muchos años después. Empecé a conocer mi verdadera identidad cuando el 25 de julio de 2003 fui contactada por Abuelas de Plaza de Mayo y por H.I.J.O.S. Ellos me comunicaron la posibilidad de que fuera hija de desaparecidos. Luego de realizarme los análisis genéticos correspondientes, confirmé que mis padres verdaderos eran José Donda e Hilda Pérez, quienes continúan desaparecidos.
Mis orígenes
A María Hilda Pérez, mi madre, su familia la llamaba Corita. Mi padre, José María Laureano Donda nació en la provincia de Entre Ríos el 3 de mayo de 1955. Sus amigos le decían El Cabo. Según testimonios de sobrevivientes, mi mamá fue llevada a la ESMA donde dio a luz una niña a la que llamó Victoria.
En 2009 presenté mi libro “Mi nombre es Victoria”. Ahí cuento toda mi historia, una lucha por recuperar mi identidad que ojalá sirva como legado para las generaciones futuras, para que sepan lo que pasó en aquella época oscura de nuestro país. El libro fue editado por Sudamericana y fue traducido en inglés, alemán, holandés, francés e italiano.
Para quienes quieran saber más de mi historia:
La militancia
y mi trabajo en
el Congreso
Comencé mi militancia política y social en 1998. Recién había ingresado a la carrera de Derecho en la Universidad de Buenos Aires cuando me sumé a una agrupación estudiantil. Mis primeras experiencias fueron en un comedor infantil de Dock Sud dando clases de apoyo escolar. Desde ese momento nunca dejé de militar por la construcción de un país más igualitario. En 2020 decidimos formar un nuevo espacio de construcción política llamado IDENTIDAD, que representa nuestra esencia y nuestra agenda de desarrollo inclusivo, feminista y popular.
Mi trabajo parlamentario, que comenzó en 2007, incluyó 12 años de lucha por la ampliación de derechos, de hecho, en 2010 tuve el honor de asumir la presidencia de la comisión de DD.HH. en un emotivo acto junto a organizaciones y personalidades, entre ellas a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, y el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel.
Durante más de una década como diputada nacional me esforcé por legislar en favor de las y los más desprotegidos. Presenté proyectos de ley y trabajé para favorecer a las mujeres, las juventudes, les trabajadores, las personas privadas de su libertad y los pueblos originarios, y siempre voté a conciencia, sabiendo qué intereses defender y por qué fui electa.
La campaña por la Interrupción Voluntaria del Embarazo, la Reforma Judicial Feminista, la provisión gratuita de productos de gestión menstrual, el boleto estudiantil, la prohibición de la megaminería, la Ley Nacional de Juventud, el programa de asistencia de las adicciones, la protección integral de las personas en situación de calle, la ley de talles, el uso medicinal del cannabis y el reconocimiento a la propiedad comunitaria indigena son algunos de los proyectos que presenté, firmé, acompañé y trabajé para que sean aprobados. Algunos hoy son ley, otros se están evaluando y quedan muchos que aún no tienen tratamiento, aunque ya no esté ocupando una banca seguiré luchando por las causas que me conmueven y guían mi militancia: la posibilidad de que todas y todos los argentinos tengan que comer y la posibilidad de trabajar y estudiar.
Al concluir mis tres diputaciones y después de hacer todo el trabajo previo de investigación de cada iniciativa, juntándonos con aquellas personas y organizaciones que más saben de cada tema, para luego redactar los textos definitivos; logramos presentar más de 200 proyectos de ley.
Inadi
El 10 de diciembre de 2019 asumió Alberto Fernández como presidente de la República Argentina. Cuando me convocó para asumir la responsabilidad de llevar adelante el Instituto contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo no lo dudé, renuncié a la banca para la cual fui reelecta y me dispuse a conducir el organismo con la responsabilidad que merece.
Al llegar al instituto nos topamos con un INADI desmembrado por la gestión anterior, pero no tuvimos tiempo de lamentarnos. Desde el primer día trabajamos para que las políticas contra la discriminación tengan un impacto en la vida cotidiana de las y los argentinos. Federalizamos el organismo, llegando a localidades donde antes no había dónde acudir. Actualizamos los canales de comunicación a los tiempos que corren y atendiendo los reclamos en la mitad del tiempo que se hacía antes.
Nuestra gestión fue de puertas abiertas a la sociedad, por eso establecimos vínculos con distintas entidades estatales y privadas. Colaboramos con las organizaciones de la comunidad y elaboramos un nuevo Plan Nacional contra la Discriminación para los próximos años, con una visión estratégica.
Profundizamos y consolidamos los avances legales e institucionales en relación al derecho a la igualdad y la no discriminación. Desde el instituto, nuestro compromiso fue trabajar para aportar a la reconstrucción argentina: una reconstrucción que debe tener sólidos cimientos de igualdad, respeto al otre y solidaridad, para llegar al país que soñamos.
Nos tocó gestionar en un momento difícil para el país y para el mundo. El azote de la pandemia fue insoslayable y ha visibilizado las desigualdades que ya existían, pero se ignoraban, potenciadas por una catástrofe económica y social generada por el gobierno que tuvimos entre el 2015 y el 2019.
Pese a las dificultades, siempre continuamos trabajando para alcanzar la nueva Argentina que soñamos. Estamos orgulloses de todo lo que pudimos avanzar desde el instituto.
EJES DE TRABAJO
GÉNERO
A partir del primer NI UNA MENOS del 03 de junio del 2015 las mujeres y el feminismo dimos un salto en constituirnos como un actor político que disputa poder real en la sociedad argentina. No puede haber justicia social sin feminismo, sin equidad real de oportunidades entre los géneros.
Ya logramos la sanción de la ley de paridad de género en las listas legislativas y la sanción del proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Todavía falta mucho, pero vamos por más y mejores derechos para todas las mujeres.
DD.HH.
Desde hace muchos años venimos luchando por el respeto y la promoción de los Derechos Humanos en nuestro país y por mantener con vida la memoria, que es un ejercicio del presente, para no repetir lo que ha ocurrido y poder resolverlo. Seguiremos trabajando no solo en su defensa, sino también en ampliar la mirada y aplicación de los mismos en nuevas categorías, aun no desarrolladas en Argentina.
Los Derechos Humanos son esenciales para el crecimiento de nuestra democracia, y su defensa es responsabilidad del Estado.
IDENTIDAD
Llevamos adelante políticas para el respeto y la promoción de los derechos de las distintas identidades. En nuestro país, a partir de los sistemas de desigualdad que construyeron su entramado social, las mayorías son excluidas y discriminadas. Desde el INADI acompañamos a quienes sienten vulnerados sus derechos y aportamos a modificar las pautas culturales discriminatorias.
Anhelo una Argentina donde la construcción de identidades esté libre de condicionamientos impuestos por el patriarcado, el capitalismo y el racismo.