“Pérdida de confianza del titular del Poder Ejecutivo” en mi “capacidad”. Dicen ahora que adujeron eso al comunicarme desde Casa de Gobierno la posibilidad de mi corrimiento del INADI, cargo del que terminé alejándome a través de una carta pública que escribí hace pocas horas.

Estoy convencida de que la política debe dejar de dar espectáculos patéticos, así como demostrar respeto a la ciudadanía que espera más y mejores actos sensatos de nuestra parte para resolver los problemas reales del país. Por eso sólo diré que, en lugar de continuar ventilando miserias por los medios de comunicación, nuestro Gobierno debería estar pidiéndole explicaciones a toda la plana mayor de Juntos por el Cambio, a raíz de más y nuevas pruebas sobre uno de los hechos más escandalosos de la vida democrática argentina. La situación a la que me refiero visibiliza que la connivencia mafiosa entre sectores judiciales, mediáticos y políticos llegó a su cenit. Al correr este tema del centro y enfocarse en las internas tremendo favor le hacen a Rodríguez Larreta, quien debería ya haber expulsado a su ministro Marcelo D´Alessandro, columna vertebral de la mafiocracia que quedó en evidencia.

El Off para mí nunca fue una opción. Todo lo que pienso lo digo en el más estricto On. El ocultamiento fue parte central de mi historia, antes de recuperar mi verdadera identidad y de saber que mi nombre era Victoria.

Sobre mi “capacidad” en función de la calidad de nuestra gestión al frente del INADI, sólo resta decir que me llevo el reconocimiento de las y los trabajadores del organismo y la tranquilidad de saber que el tiempo acomoda todo en su lugar.